sábado, 17 de agosto de 2013

As kimmie says: "Fuck Life" y comenzamos la aventura.

Me ha costado horrores decidirme a abrir este blog, pero algo me ha impulsado a hacerlo hoy, esta noche,  no sabría decir muy bien por qué pero hoy ha sido uno de esos días en los que aún trabajando 9 horas seguidas, salir media hora tarde y esperar 1 hora el autobús que te lleva de vuelta a casa, (con lluvia incluida,) es uno de esos días en los que sales entras y sales del trabajo con una sonrisa puesta en la cara. Creo que la lluvia de ayer que logró empaparme incluso mis ideas y los incidentes graciosos que ocurrieron, me ha empujado a comenzar a escribir por aquí. 

Vale, ni idea de todo lo que estoy hablando, lo sé, pero lo explicaré poquito a poco. Hay mucho tiempo para ello, tranquilidad. Esta Little Spaniard está en World Disney World (Orlando, Florida) trabajando por 6 magníficos meses, hace como unos dos días leí por el grupo que tenemos que llevamos ya aquí 1 mes, (ni de coña, pensé yo) pero echando cuenta los días; sí, señorita, lleva usted aquí más de un mes ya. Ni pensar quiero de cuánto llevo por las Américas. 

Pisé de nuevo tierra norte americana el 25 de Junio, fue en Los Ángeles, California. Después de 2 aviones y casi un día entero (por no decir un día entero) sobrevolando el mundo, llegamos a USA. Llegamos, en plural, porque aunque a esas alturas no lo supiésemos, la familia que somos ahora empezó a tomar forma ya desde España. Un grupito de nosotros ya estaba por San Francisco, los segundos éramos nosotros, los que llegábamos a la ciudad del cine por excelencia, la ciudad de las oportunidades, de Hollywood.

Creo que será más adelante cuando relate momentos sobre aquellos días, pero he de decir que fueron geniales, (a pesar de nuestra habitación/zulo del hostal en la que olía super mal y vivíamos con gente que usaba la misma ropa 3 días seguidos). Venice Beach, Santa Mónica, Hollywood, LA...Y mucho más en los que nos llegamos a conocer, todo eso hasta el último día que llegó el grupo de San Francisco con sus cochazos. Todo eso, fue antes de nueva vida universitaria americana en UCRiverside.

Bueno, al final me en rollo contando cosas y no cuento lo que quería contar hoy. Como ya digo, creo que la lluvia y lo que nos pasó ayer son anécdotas dignas de abrir esta bitácora. En mis 10 horas de trabajo de ayer pudieron pasar todas las cosas posibles, que además, pasaron. Un día normal en Florida, calor y humedad con sol espléndido, a esto que estando en Icon Nuts, empieza a llover (yo, graciosa de mí, sin chubasquero porque pesa mucho y es incómodo, pero útil, señorita, útil). Pues sin Rain Coast pero con el nuevo gorro adquirido horas antes en costuming, estoy ahí a pie del cañón y mojándome poco a poco. Como ya estoy comprobando en “La Florida” la lluvia viene fuerte en 5 minutos, eso es, 5 minutos y yo quería morirme porque estaba calada hasta las trancas, llamando a mi Coordinator por si podía cerrar e irme a un sitio seguro. Pero no, no puedo moverme de mi sitio tengo que aguantar como una campeona aún lloviendo a cántaros. Sin problema, la lluvia paró en unos 5 minutos y el parque volvió a resurgir, aunque mi ropa chorrease de agua y yo misma temblase de frío. 

Sobreviví a otra pequeña tormenta pero se me recompensó con salir de trabajar una hora antes de lo previsto. Mi roomie, Kimmie, vino a verme al parque, me iba a esperar hasta que saliese de trabajar para irnos con el coche a recoger a Joane, nuestra compi de piso, que estaba en un concierto de los KISS, (seeeh, ese grupo de las caras pintadas y la lengua larga, yo pensaba que ya no daban conciertos, pero en Orlando dieron uno ayer). Al terminar de Clock Out, fui corriendo hasta Main Entrance donde estaba Kimmie esperándome para irnos y tras encontrar el coche, (algo raro en nosotras ya que nuestro sentido arácnido hemos visto que está atrofiado), y a ritmo de música nos encaminamos hacia allá. Yo sinceramente iba a mi bola con el móvil, mirándolo y hablando por whatsapp, so… I can not tell cómo pasó ni de qué manera, pero de momento me vi saltando del asiento del copiloto y oí un tremendo puuuum! Nos acabábamos de comer un bordillo en plena Freeway. Kimmie se acojona con razón, yo intento apaciguar el momento y digo que no es nada, sólo la rueda y continuamos, pero ella no quedándose tranquila, en el semáforo me dice que algo le pasa a la rueda, que parece que está mal. 

Asi que en plena Freeway nos paramos a ver qué pasaba, y tanto que estaba mal, ¡estaba pinchada! (o como aprendí ayer, it was flat tire), siendo sincera, yo nunca he cambiado una rueda y poco sabía de esas cosas, pero viendo el panorama, dije que podíamos intentarlo. Ni de lejos, mejor llamamos a la grua que su seguro cubre todo, (como en España, aquí la grua tarda su hora larga) o eso por lo menos nos dijeron que iban a tardar. La primera hora se me pasó rápida, o no me enteré que la llevábamos hasta que un sherift aparcó detrás nuestra y vino a ver qué pasaba, (tal cual en las películas), nos preguntó qué pasaba, si nos sentíamos seguras y nos dijo que se quedaría un poco detrás nuestra por si pasaba algo. Al ya llevar más de hora y media nos vuelven a llamar diciendo que en 10 minutos vienen, (todo esto por una joddida RUEDA!), pero todo mentira, nos movemos hacia un camino para no estar en plena carretera y al rato vuelven a llamar, ahora resulta que hasta dentro de 40 minutos no vienen. 

En todo el agobio, mi roommie (la pobre), comienza a llorar, quema la puerta con el cigarro, se hace un chinote en la camiseta y sale del coche cual mapache a cambiar ella la rueda con indicaciones de su padre por teléfono. Conseguimos sacar la rueda de repuesto, el gato y nos tumbamos en la tierra a empezar, (y para acompañarnos, se pone a llover, de nuevo). Pero de momento, para nuestra sorpresa aparece un hombrecito en bicicleta (juro que me recordó a los típicos homeless de España, con la bici llena de apaños y bolsas), preguntándonos si necesitamos ayuda. No sabía muy bien qué contestar, pero al final, el hombrecito me cogió el gato de las manos y se puso a cambiar la rueda. En menos de 10 minutos la rueda estaba cambiada y nosotras camino a Orlando para recoger a Joan, (la pobre llevaba casi dos horas esperando sola). La grua volvió a llamar diciendo que estaba en camino, que le diésemos la localización, por ese momento Kimmie solo pudo decir “Don’t bother motherfucker”. NICE ONE :).